Lo Bueno de Sentirse Mal

Vivimos en una sociedad donde lo más importante es sentirse bien.  Tenemos el individualismo, las libertades, el divorcio, la psicoterapia, las guarderías, las drogas, los grandes salarios de las estrellas, las revistas con mujeres imposiblemente delgadas y bellas, tenemos los derechos humanos, los derechos de las mujeres, los derechos de los niños, los derechos de los que piensan diferente, de los que les gusta lo diferente y de los que son diferentes, o se creen diferentes, las cirugías estéticas, los medicamentos de estilo de vida (para la impotencia, para bajar de peso, para la calvicie, etc.)  Nadie tiene ya la obligación de hacer, de ser, de verse como no desea  o de estar donde no quiere.

Y sin embargo, nunca se habían visto tantos casos de depresión.  Algunos especialistas piensan que está llegando a niveles de epidemia. Los medicamentos para la depresión forman parte de los más vendidos, junto con los de estilo de vida.

La depresión es un desorden donde existe un sentimiento de desamparo y de fallo individual.  Cuando nos sentimos indefensos para lograr nuestras metas, sufrimos de depresión. Mientras más pienso que lo único que importa soy yo y mientras más piense que mis metas, mi éxito y mis placeres son extremadamente importantes, más doloroso es cuando fallo.  Y la vida trae inevitablemente fallas e indefensión. 

Con el cambio hacia el individualismo, se perdió lo que antes servía para consolarse espiritualmente – Dios, la Nación, la Comunidad, la Familia han perdido su poder.

1.- Disforia.  En el movimiento donde lo que importa es sentirse bien, la gente comenzo a creer que debemos evitar la disofia – enojo, tristeza y ansiedad.  Estos sentimientos deben ser evitados a toda costa.  Pero lo que olvida este movimiento son los usos buenos para sentirse mal. 

Las emociones fuertes como la ansiedad, la depresión y el enojo existen por un propósito:  te llevan a la acción para cambiarte a ti mismo o a tu ambiente, ya que haciendolo puedes terminar la emoción negativa.  Es natural el tratar de evitar sentirse mal, pero el sentirse mal tiene tres usos fundamentales, y los tres ayudan a aprender a ser optimista y a evitar la impotencia:

La ansiedad te avisa cuando existe peligro alrededor.  La tristeza te informa que existe la amenasa de una pérdida.  El enojo te alerta cuando alguien entra a tu dominio sin tu consentimiento.  Estos mensajes traen consigo dolor, y es este dolor el que hace imposible el ignorar lo que está mal y te impulsa a remover dicha amenaza.

Sentirse mal, como alarma no está excento de fallas.  Muchos de los mensajes son falsas alarmas, y esto puede causar que se convierta en un estado crónico y paralizante, una «enfermedad emocional» y entonces tratamos de eliminarla con drogas, con psicoterapia o con ambas.  Pero la disforia tiene una gran virtud, es tu primera línea de defensa contra el peligro, la pérdida y las amenazas.

2.- Flujo.-  El segundo uso de sentirse mal es el «flujo.»  ¿Cuando se detiene el tiempo para ti?  Cuando te sientes realmente agusto, deseando quedarse ahí por siempre.  Este estado es llamado de flujo, y es uno de los estados superiores de emoción positiva.  Un estado que hace la vida digna de vivirse.  El flujo ocurre cuando tus habilidades se usan al máximo, pero sin sobrepasarlas.  El flujo, sin embargo, no se puede lograr sin frustración.  Exito tras éxito, sin ningún fracaso, no produce flujo.  Al evitar la frustración, la ansiedad, evita que enfrentemos retos mayores, y por tanto, impide el flujo.  Una vida sin ansiedad, frustración, competencia y retos no es una buena vida, ya que no tiene flujo.

3.-Persistencia.-El tercer uso de sentirse mal sirve para evitar la impotencia.  Cualquier tarea dificil consiste de varios pasos, cada uno de los cuales es más o menos dificil de realizar, y por tanto, se puede fallar en ellos.  Cada pequeña falla, al igual que cada gran falla produce emociones negativas – mezcla de ansiedad, tristeza y enojo.  Estas emociones cuando son moderadas te pueden fortalecer o te pueden quebrar.  Cuando se tiene una falla y se sobrepasa la emoción, se domina, y se fortalece el caracter, aspirando a llegar a lugares más altos.  Cuando se cae ante la emoción, se cae en la impotencia.   Para lograr el éxito, es necesario persistir y superar los pasos de la tarea, dominando las emociones.  Así, las emociones negativas son parte esencial para el logro del éxito y para lograr sentirse bien en grados superlativos.

La próxima vez que sientas una emoción negativa, ante un fallo, ante una situación de peligro, recuerda, darse por vencido ante una emoción negativa te está alejando de las mayores emociones positivas que puedas lograr.  Está evitando que vivas tu vida al máximo.

One comment

  1. he leido un articulo sobre las dietas milagro http://www.quisicosa.com

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