Sensibilidad climática

En estas fechas es importante prevenir los malestares causados por los cambios de temperatura derivados de la exposición a sistemas artificiales de calefacción (o de refrigeración en el cono sur) y las salidas a climas extremosos.   Estos cambios pueden producir sensibilidad climática, y posteriormente desencadenar bajas en el sistema inmunológico que nos hacen víctimas de enfermedades estacionales diversas.

La sensibilidad climática se manifiesta en muchas personas por una disminución en la capacidad de adaptación a los diversos estímulos del medio ambiente.

Para mejorar dicha condición se pueden utilizar diversos métodos. Uno de los más importantes es el ejercicio, 20 o 30 minutos al día pueden mejorar la circulación sanguínea y fomentar el meridiano del vaso regulador, logrando que el cuerpo mantenga la temperatura óptima durante todo el día.

Es recomendable también evitar abusar de los estimulantes (alcohol, tabaco, alimentos chatarra) y tomar líquidos para ayudar al cuerpo a evitar dichas molestias.

Los síntomas relacionados con la sensibilidad climática son, al haber un cambio brusco de temperatura:

Cansancio sin motivo aparente.

Dolores repentinos que desaparecen al cabo de algunas horas.

Cambios de humor repentinos e inexplicables.

Tensión baja.

Afectación física al atravesar rápidamente en automovil o teleférico de un clima al otro.

Conviene recordar que esta sensibilidad normalmente se da después de años de malos hábitos, por lo que es indispensable ser paciente para reforzar al cuerpo y eliminar dichos síntomas.

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