Este es el nombre de una forma de artritis específica que no debe confundirse con la artritis reumatoide. La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria de las articulaciones que se asocia a la existencia de psoriasis.
La probabilidad de tener artritis psoriásica es mayor en las personas que tienen psoriasis. De los pacientes con psoriasis activa, un 10%, aproximadamente, padece artritis psoriásica. Por ello, un diagnóstico y tratamiento precoces de esta forma de artritis son esenciales para evitar secuelas irreversibles, pues, a diferencia de las lesiones cutáneas propias de la psoriasis, los efectos en las articulaciones de la artritis psoriásica pueden ser irreversibles.
Causas y síntomas
Al igual que ocurre con la psoriasis, también se desconoce la causa exacta de la artritis psoriásica, aunque se considera que existe un componente genético. Tanto la psoriasis como la artritis psoriásica son trastornos provocados por un mal funcionamiento del sistema inmunológico.
En el caso de la psoriasis, el proceso de regeneración de las células cutáneas, se acelera. Esto produce una acumulación de las mismas que tiene como resultado las placas enrojecidas típicas de esta enfermedad. En el caso de la artritis psoriásica, son las articulaciones las que se ven afectadas, derivando en una inflamación de las mismas
Los síntomas asociados a la artritis psoriásica, además de la inflamación de las articulaciones, son rigidez nada más levantarse por la mañana, dolor en la parte baja de la espalda e incluso en los glúteos, e hinchazón de los dedos de las manos y los pies (dactilitis).
Diagnóstico de la artritis psoriásica
Es importante un correcto y precoz diagnóstico de la artritis psoriásica. No hay una prueba de laboratorio específica que determine la existencia de artritis psoriásica, pero el médico (reumatólogo o dermatólogo si ya se padece psoriasis) puede diagnosticar la enfermedad a través de la exploración del paciente, analíticas y pruebas radiológicas.
Las radiografías suelen ser recomendadas por los médicos especializados para observar si hay articulaciones dañadas. Otras pruebas como la resonancia magnética, la ecografía o la tomografía, son pruebas que el reumatólogo puede considerar en algún momento para estudiar con más detalle el estado de las articulaciones del paciente. A veces también es necesaria una biopsia cutánea para confirmar la existencia de psoriasis.
Ante cualquier sospecha de padecer esta enfermedad es imprescindible acudir a su médico de confianza.
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