La anemia es una condición en la cual el individuo que la padece sufre una deficiencia en cuanto al tamaño o la cantidad de sus glóbulos rojos (eritrocitos) en sangre. También puede darse en los casos en los que la cantidad de hemoglobina que contienen las células disminuye; de esta manera se limita la cantidad transportada a los tejidos, y aparecen en la persona síntomas como cansancio, fatiga, o el volverse propenso a contraer migrañas o infecciones.
Comúnmente, este tipo de deficiencias suele reservarse para las mujeres embarazadas, los bebés prematuros o con bajo peso al nacer y hasta los 4 años, los adolescentes y mujeres en edad reproductiva, gente que pueda verse afectada con alteraciones gastrointestinales, los individuos que tengan alguna falla renal, o los vegetarianos.
A veces lo mejor es prevenir que curar y en este caso, manteniendo una dieta que sea variada y balanceada, y cuente con remedios naturales, se pueden llegar a mantener equilibrados todos los nutrientes que el cuerpo necesita, sin llegar a sufrir esta deficiencia.
En cuanto a formas naturales para prevenir la enfermedad, factores dietéticos que contengan vitamina c y proteínas son los indicados para lograr una mejor absorción del hierro. Este elemento es fundamental para que la anemia no nos sorprenda, y a través de una dieta variada en cuanto a grupos de alimento se puede lograr mantener niveles normales.
Carnes, pescados, y aves de corral se constituyen como muy buenas fuentes de hierro, así como también puede encontrarse este elemento en cereales, lentejas o habas.
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