En nuestros hogares están presentes varias clases de alérgenos, los cuales son casi imposibles de eliminar por completo. Debido a esto lo que tenemos que intentar es reducirlos al mínimo posible, ya que de esta manera reducimos la intentesidad de los síntomas en el caso de que aparezcan.
Ácaros, polvo, polen, algunos tipos de hongos, pelo de animales, etc. son algunos de estos agentes alérgenos que debemos combatir.
¿Y cómo podemos hacerlo? Aquí os dejo algunos consejos:
- Las almohadas y las sábanas son lugares donde se pueden desarrollar ácaros, por lo que conviene aspirarlas regularmente. Igualmente deben ser lavadas en agua caliente una vez a la semana, ya que el agua fría no mata a los ácaros.
- Tapicerías, cortinas, tapetes, etc. suelen atraer polvo, que se acumula fácilmente. Igual pasa con las alfombras, donde también pueden aparecer ácaros.
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Las mascotas domésticas pueden ser, por su saliva, fuente de alérgenos. Y una vez que entra en contacto con su pelaje puede expandirse por toda la casa. Bañarlas semanalmente ayuda a reducir esta extensión de alérgenos.
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Un grado elevado de humedad en casa favorece el desarrollo de los ácaros. Es recomendable eliminarla regularmente. Los deshumificadores ayudan, especialmente en zonas como sótanos o trasteros.
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