Pocas costumbres son más españolas que la de echar una pequeña siesta después de comer. Y es que no son pocas las veces en las que apetece cerrar los ojos y dejarse llevar durante un rato en la sobremesa para luego afrontar la tarde con renovadas fuerzas.
Los expertos aconsejan que la siesta no sobrepase los 15 o 20 minutos, ya que por encima de este umbral el sueño se vuelve más profundo y nos costará más volver a la actividad.
Algunos de los beneficios de la siesta para quienes la realizan son los siguientes:
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Permite un tiempo de descanso en medio de la actividad diaria, lo que nos permitirá un mejor rendimiento una vez que la retomemos.
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Algunos estudios han concluido que las personas que hacen siesta regularmente tienen casi un 40% de posibilidades menos de sufrir algún tipo de problema cardíaco respecto a quienes no la hacen.
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Nuestra capacidad de atención y de aprendizaje durante el resto de día será más alta que si no hubiéramos tenido siesta.
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Ayuda a reducir los niveles de estrés, introduciendo en la rutina diaria un periodo de tranquilidad y descanso
Ya sabéis: si queréis echar una siesta tenéis varias razones para ello. Sólo falta encontrar un lugar cómodo y tranquilo para ello.
muy valido definitivamente yo sin siesta no trabajo o si trabajo ya no lo hago con agrado independientemente de todo a mi si me hace falta el descanso para arrancar con fuerza el resto de la jornada
Gracias por tu comentario y aportación 🙂 Muy buena página la tuya también 😉 Me subscribí a tu grupo de facebook 😉
Un saludo