El optar por subir los escalones, en lugar de ir por el ascensor, es una decisión muy inteligente y saludable.
El subir escalones ayuda a las piernas a moverse, con lo que la circulación de la sangre en el área evitará várices.
Si te acostumbras a hacerlo a diario, resulta en un ejercicio que ayuda a la línea.
Pero lo más importante es que mejora la circulación sanguinea y ésto asociado al sobrepeso y sedentarismo, vas viendo que te ayudará a reducir el riesgo de un ataque cárdiaco.
Incluso nos ayuda a fortalecer nuestra voluntad. Muchas veces nos da pereza subir por las escaleras, pero el superar esa pequeña «traba», puede suponer un avance en nuestra voluntad, motor muy importante en nuestra vida.
Estos pequeños hechos simbólicos son los que nos permiten poco a poco crecer y avanzar, vencer el estancamiento, la crisis interna.
Gracias por compartir y un saludo!
David
Muy cierto, David 🙂
Gracias por tus comentarios
me gustaria saver de q estara echa o q sera el fondo de la pared