¿Qué es y qué sabes de tu factor de protección?

Siguiendo en la línea marcada por el artículo «Consejos para tomar el sol» vamos a escribir acerca del factor de protección, sobre qué es, cuál es su función, qué requisitos son más recomendables, etc.

En primer lugar, vamos a ver qué es eso del factor de protección. A modo de resumen podemos decir que se trata de una cifra que indica aproximadamente la cantidad de tiempo que podemos estar expuestos al sol sin tener el riesgo de sufrir una quemadura. Esto no quiere decir que nos proteja totalmente de las radiaciones ultravioletas del sol, sino que lo que hace es filtrar la cantidad que llegan a la piel. A mayor factor de protección, más tiempo de exposición sin tener que reaplicar crema sobre el cuerpo. Recordad que es preciso reaplicarla cada cierto tiempo y cuando salgamos del agua o hayamos sudado. Una crema solar adecuada (dejando de lado el factor de protección que ofrece) es la que permite una fácil aplicación por el cuerpo (que se aplique rápidamente, sin engrasar), de rápida absorción y que, a ser posible, sea resistente al agua (pese a lo cual reiteramos la importancia de volver a aplicársela tras un baño).

Si por nuestro trabajo tenemos que pasarnos mucho tiempo al aire libre es conveniente usar protección solar, especialmente durante los meses de verano. Así evitamos padecer un envejecimiento prematuro de la piel o aumentar el riesgo de padecer manchas, pecas u otras alteraciones más graves.

De la misma manera, las personas con una piel más clara deben tener más cuidado si cabe con sus exposiciones solares, siendo aconsejable usar factores de protección más elevados.