Cómo evitar secuelas en los ACV

Los accidentes cerebrovasculares, o ACV, se han vuelto uno de los flagelos más temidos por todos en estos últimos tiempos; a partir de casos como el sufrido por el cantante argentino Gustavo Cerati, quien luego de padecer un ACV ha quedado en estado vegetativo desde mayo de 2010, mucha gente comenzó a sentirse amenazada por la posibilidad de sufrir uno de estos ataques, y no poder tomar las medidas adecuadas para lograr revertir el daño que pueda causar. Así, es como la incertidumbre puede causar una paranoia extrema que puede causar solo especulaciones y confusiones.

Por eso, es conveniente tener en cuenta algunos aspectos para saber qué hacer en el desafortunado caso de sufrir uno, y las formas de prevención con las cuales contamos.

Primero tenemos que saber que los accidentes cerebrovasculares representan una interrupción en el flujo de sangre que irriga el cerebro, y puede ser isquémico (que se produce cuando aparece un coágulo en la arteria, o la misma se estrecha, impidiendo que la sangre llegue al cerebro), o hemorrágico (que se produce cuando uno de los vasos se rompe y provoca la filtración de sangre en el cerebro). Estas dos cosas pueden ser sumamente graves debido a que la sangre aporta oxígeno y nutrientes a las células de todo el cuerpo, y si el recorrido de la sangre se interrumpe, las células comienzan a morir.

El daño causado por el ACV se va expandiendo a medida que pasa el tiempo, y es por esta razón que es fundamental actuar con rapidez y atender a la persona que lo sufre desde un primer momento. En el caso de que transcurra demasiado tiempo hasta ser atendido, el paciente puede sufrir desde parálisis o dificultad para mover los músculos de alguna parte del cuerpo, problemas para hablar o tragar, pérdida de la memoria y dificultad para razonar.

Por la gravedad de las complicaciones que pueden surgir luego de sufrir un ACV, lo mejor al ver a una persona sufrir algún tipo de entumecimiento o debilitamiento de la cara, los brazos o las piernas, problemas para hablar o comprender, dolores súbitos de cabeza, pérdida del equilibrio o dificultad para ver de un ojo o de ambos, es buscar asistencia médica de inmediato, para tener la posibilidad de neutralizar el ataque.

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