¿Cómo nadar? Consejos para una rutina adecuada

Siguiendo con los post antes publicados sobre natación vamos a hablar de ahora de algo que quizás os haya pasado. Una vez que uno se convence a si mismo para empezar a nadar regularmente, se hace con bañador, gafas, tapones para los oídos y pinzas para la nariz, se hace socio de una piscina y encuentra algo de tiempo para dedicarlo a hacer deporte llega el momento de meterse en el agua y, a continuación, la gran pregunta: ¿ahora qué?

Esas dos palabras resumen lo siguiente: nadar, como actividad física, requiere un nataciontiempo de adaptación física y mental al esfuerzo, por lo que no se puede lanzar uno alegremente a nadar hasta que no pueda más o se lesione. Para evitar esto os propongo una manera progresiva de toma de contacto con la natación.

Los primeros largos debemos hacerlos con movimientos suaves, procurando acompasar la respiración con los movimientos de brazos y piernas. Esto también reduce el riesgo de lesiones. Lo más conveniente es parar después de cada largo los primeros días. No se trata de parar durante medio minuto, pero si unos breves segundos para recuperar algo de aliento y volver a meternos al agua. Poco a poco nos daremos cuenta de que necesitaremos menos tiempo de recuperación hasta el punto de poder hacerlos de manera seguida.

Cuantos más estilos dominemos, mejor; porque podremos combinarlos y será más completo el ejercicio. No obstante, nadando a croll y braza es suficiente para que sea provechoso el tiempo que estemos nadando.

En cuanto a la duración de los entrenamientos y su número durante la semana queda a elección de cada uno, pero con tres o cuatro sesiones semanales es bastante para que se noten los beneficiosos efectos de la natación. Los primeros días con diez minutos está bien para ir habituándonos al ejercicio, para posteriormente aumentar la duración. No recomiendo nadar más de 60 minutos porque ya se vuelve muy exigente el esfuerzo.

6 comments

  1. Recomiendo aumentar el tiempo de natación en intervalos de cinco minutos de manera semanal. Es una buena manera de ganar ritmo y resistencia.

  2. Gracias, como siempre, por tus sabios consejos, Aloe 🙂

  3. La gran clave para aguantar bastantes largos sin agotarse es nadar al ritmo de tu respiración, en cuanto aumentas un poco el ritmo comienzas a adelantar el cansancio exponencialmente y por supuesto si ves que aumenta un poco el ritmo de respiración hacer breves pausas. No digo nada nuevo, confirmo lo que has dicho pero es que tan importante y tan fácil despistarse. La parte buena, por lo menos en mi caso, es que cuando por fin consigues esta rutina automática, nadar se convierte en una actividad que me proporciona una lucidez increíble, me explico, en muchas ocasiones es nadando cuando encuentro soluciones a algún problema, o razono temas complejos con más claridad. Es una activdad muy recomendable y yo añadiría el estilo de espalda que aunque cuesta un poco más que braza y crawl es el más beneficioso para los males de espalda. Con insertar un 10% de largos con este estilo en el total es más que suficiente para notar los beneficios.

  4. Gran aportación, gracias Sito 🙂

  5. Felicidades por sus articulos, en lo personal me han ayudado a estar mejor adaptado a la natacion que es el deporte que practico.
    Espero pronto haya mas de estos articulos…

  6. Gracias a ti, Alejandro. En este tipo de artículos me asesora un gran amigo que es deportista nato, jeje, ya le comenté tus sugerencias 🙂

    Un saludo!

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