A todos nos disgusta pasar una digestión pesada, lenta, de esas que nos tienen el estómago dando vueltas como una lavadora. Así que os dejo unos consejos a tener en cuenta para evitarlo en la medida de lo posible:
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Evita el consumo excesivo de alimentos fritos, rebozados o con un alto nivel de grasa. Su presencia es uno de los factores más habituales en las digestiones pesadas.
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Por supuesto la ingesta excesiva de alimentos conlleva una digestión de este tipo.
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Es importante masticar correctamente y despacio los alimentos, pues esto facilita que la digestión no se ralentice.
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Las bebidas carbonatadas no son buena compañía para hacer las comidas. Nos dejarán con la sensación de tener el estómago hinchado y dificultaran el proceso digestivo.
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Lo más recomendable es tomar las comidas con agua, pero no en exceso, ya que demasiada cantidad de agua interfiere en la digestión.
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El alcohol y el tabaco no nos ayudan a digerir los alimentos. Evítalos en la medida que puedas.
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Lo ideal es que transcurran al menos dos horas entre la cena y la hora en que nos vayamos a dormir. Acostarse en plena digestión o nada más cenar aumenta las posibilidades de tener una mala digestión y pasar una mala noche. Tampoco conviene hacer cenas demasiado copiosas.
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