Cómo superar una crisis nerviosa

En estos tiempos donde todo parece estar inestable, donde la incertidumbre reina en las calles, donde la preocupación parece haber anidado en el semblante de cada uno de nosotros, la palabra “nervios” ha pasado, más que en otros tiempos, a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano.

En estos momentos donde el futuro parece ser gris, nadie está exento a convertirse en una víctima más de una crisis nerviosa.

Este tipo de “colapso mental” se diferencia de los episodios aislados, ya que afecta la vida de las personas día a día; cuando la preocupación se convierte en parte de la rutina, afectando las actividades diarias, estamos en condiciones de afirmar que el problema es una enfermedad mental reconocida como crisis nerviosa.

Algunas de las causas más comunes de este tipo de colapsos son duelos psicológicos crónicos y/o sin resolver, dolencias o achaques nuevos o crónicos, desempleo, problemas académicos, Muerte de un miembro de la familia, embarazo, experiencias traumáticas, violentas o cercanas a la muerte, desengaños amorosos, entre otras causas.

Algunas claves para poder superar estos impedimentos que afectan la vida diaria son el tomar conciencia de la magnitud real de los problemas, y reconociendo que muchos de ellos son producto del estrés, respirar profundamente varias veces de forma lenta, pensar que se expulsan los problemas mientras se espira, y evitar hacerse la pregunta “¿qué más me puede pasar?”, ya que eso suele alimentar el pánico.

Para solucionar estas situaciones lo mejor es intentar dejar la mente en blanco, y pensar en solucionar luego los problemas que nos agobian. Hay que tener en mente que nada, ni nadie, puede tener el poder de vencernos y reducirnos a una bola de nervios con la más mínima acción.

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